El rebote del mercado podría deberse a las compras de aquellos inversores institucionales que han mantenido durante días que los mercados bursátiles ya ofrecían muchas oportunidades de compra.
Ahora la pregunta es si se trata de un pequeño repunte de alivio tras una venta masiva tan fuerte -la mayor caída mensual en años- o si los mercados de renta variable se están estabilizando.
Uno de los factores que afecta negativamente a las economías es la subida de los precios de la energía.
El precio del petróleo se mantiene al alza en niveles muy cercanos a los $89 el barril. La mayoría de los analistas del sector creen que esta tendencia positiva continuará antes de la reunión del miércoles de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y Rusia.
Se espera que el grupo mantenga su política de un incremento de la producción de 400k barriles diarios, aunque algunos países han tenido problemas para cumplir sus cuotas desde que se adoptó esta postura en agosto.
Esto ha dado lugar a unos inventarios ajustados dada la fuerte recuperación posterior a la pandemia. Al mismo tiempo, fue una de las razones principales por la que el crudo ha experimentado la subida de los dos últimos meses. Asimismo, las tensiones geopolíticas -el conflicto entre Ucrania y Rusia- también han influido en los precios del petróleo.
Además, los datos semanales de Baker Hughes indicaron que los perforadores de EE.UU. continuaron agregando plataformas petrolíferas a un ritmo lento, a pesar de la escasez de suministro y los precios más altos que aumentan los incentivos económicos para respaldar la producción.
Técnicamente, el petróleo lleva tres días estancado en niveles altos sin dar señales de invertir la tendencia. Por encima del reciente máximo en $88,81, no encontraría obstáculos hasta la zona de $100. El RSI diario mostró alguna señal de sobrecompra, pero sin alcanzar aún divergencias bajistas.
Fuentes: Bloomberg, Reuters.