El petróleo ha experimentado un notable subido de alrededor de un 3.5% entre el viernes y ayer lunes alcanzado los precios más altos desde el 2 de agosto.
Los motivos de este movimiento alcista son básicamente la pérdida de producción en el Golfo de México a causa del huracán Ida que equivale aproximadamente a dos meses del incremento de producción acordado en la última reunión de la OPEC+ de 400k barriles por día o superior a la liberación de 20 M de barriles que decidieron las autoridades norteamericanas de las reservas estratégicas para frenar la subida de precios del crudo.
Pero, aunque las expectativas sobre la demanda global podrían reducirse a causa de la extensión de la variante delta del coronavirus y sus efectos sobre la movilidad, existe otro factor a tener en cuenta y que tiene que ver con el encarecimiento del precio del gas natural que no cesa en alcanzar nuevos niveles máximos y de otras materias primas como el carbón. Las plantas de generación de electricidad podrían optar por utilizar el petróleo en lugar de carbón o gas natural por razones de precio.
Todo va a depender en gran medida de las condiciones meteorológicas de este invierno, si llegase a ser tan extremo en bajas temperaturas como el año anterior, el exceso de demanda sobre la producción podría alcanzar 1M o 2M de barriles por día.
Técnicamente ha roto al alza por encima de la resistencia de 70 y no encuentra ninguna barrera hasta la zona de alrededor de 74.00.
En los mercados bursátiles, el día de ayer puede ser considerado como un típico movimiento de rotación. Los futuros europeos experimentados notables subidas por encima del 1% y los americanos se comportaron de manera dispar con ganancias en los índices más cíclicos como S&P500 y Dow Jones 30 y pérdidas en el tecnológico Nasdaq. Este último índice acumula cinco sesiones consecutivas de pérdida y se acerca a la zona de soporte de 15.160.
En un escenario de retiradas de estímulos monetarios con las consiguientes subidas de tipos de interés a largo plazo, el índice tecnológico sería el mas afectado y susceptible de correcciones más intensas, tanto por el tema de valoración de sus stocks, que se vería perjudicado por los tipos de interés más altos, como por la vuelta a la normalidad con un presumiblemente menor uso de productos tecnológicos que se vieron favorecidos por las medidas de restricción durante la pandemia.
Fuentes: Bloomberg.com, reuters.com
