Las bolsas europeas siguen superando a las norteamericanas. A pesar de las oscuras perspectivas de la economía europea y de la determinación del Banco Central Europeo de mantener una política monetaria más restrictiva, los índices europeos han subido considerablemente en la última semana.
Este comportamiento increíblemente positivo se atribuye a las noticias sobre los avances militares ucranianos. Las tropas ucranianas están retomando gran parte del territorio ocupado por Rusia en el noreste de Ucrania. Esta noticia debe tomarse con cautela dado el carácter propagandístico que tienen la mayoría de estas informaciones y, sobre todo, la posibilidad de que esta situación pueda revertirse en sentido contrario.
El aumento de las reservas europeas de gas también tiene un impacto positivo; según las últimas noticias, alcanzarán el 90% de su capacidad antes del invierno.
Sin embargo, las causas más probables son técnicas. El DAX, que subió casi un 2% en el día, alcanzó recientemente niveles de sobreventa cerca de la zona de soporte principal en torno a 12.530 y, desde entonces, ha corregido hasta el nivel de Fibonacci del 0,618% del tramo bajista anterior, que también coincide con la media móvil de 100 días.
Esta zona, situada en torno a 13.450, representa un nivel de resistencia importante que será difícil de superar. Si el índice cierra por encima de este nivel, tendrá un importante apoyo alcista.
En este contexto, el euro ha subido considerablemente frente al dólar, pero esto se debe a la corrección a la baja de la divisa estadounidense y no a la fortaleza del euro. El consenso del mercado es que el euro seguirá bajo presión en el futuro próximo.
Sin embargo, el evento más importante de hoy es la publicación del IPC de agosto en Estados Unidos. Será el último dato relevante antes de la reunión de la Reserva Federal de la próxima semana y puede influir en la decisión de política monetaria de la Fed.
Se espera que el dato mensual sea negativo y que la inflación interanual caiga unos 4 puntos, hasta el 8,1%. Un dato que, de confirmarse, sería positivo y daría fuerza a las expectativas de una menor inflación futura.
Los índices estadounidenses ya están anticipando un mejor dato de inflación que reste importancia a las intenciones de la Reserva Federal de subir los tipos de interés de forma agresiva.
Fuentes: Bloomberg, Reuters
