El círculo más duro del BCE, que ha estado presionando por una subida más agresiva de los tipos, ha conseguido convencer al resto de los miembros del Consejo de Gobierno para que se decidan a su favor. Esto supone la mayor subida de tipos de interés en una sola reunión en toda la historia del BCE.
En la rueda de prensa, la presidenta Lagarde dejó muy claro que habrá más subidas de tipos en el futuro, que la intensidad de las mismas dependerá de los datos y que las expectativas de inflación siguen siendo elevadas sin que haya señales de que empiece a ceder.
Por tanto, serían previsibles al menos 3 o 4 decisiones de este tipo en las próximas reuniones sobre los tipos de interés, aunque las subidas no tienen por qué ser necesariamente "jumbo" subidas.
En el terreno económico, sin embargo, las previsiones del BCE no son tan negativas como la mayoría de los análisis económicos prevén. El BCE ve una desaceleración de la economía en el último trimestre de este año y en 2023, para luego retomar la senda del crecimiento, aunque de forma moderada.
Como algunos esperaban, la presidenta Lagarde no ha hecho previsiones excesivamente catastróficas para la economía europea. Sin embargo, ha reconocido que la incertidumbre es alta y que la evolución futura dependerá en gran medida de la situación de Ucrania y del suministro de gas a Europa. En definitiva, nada está decidido en este sentido, ya que es imposible predecir acontecimientos geopolíticos que dependen de decisiones políticas.
Tras esta reunión, quedó claro que el BCE se había decidido finalmente por lo que ellos llaman "normalizar" la política monetaria. Esto implica reducir la liquidez en el mercado con el "ajuste cuantitativo" y subir los tipos de interés hasta el nivel de neutralidad o superior. Sobre esto último, la presidenta Lagarde evitó pronunciarse.
Nada más conocerse el resultado de la reunión y las declaraciones de Lagarde, los índices bursátiles europeos reaccionaron a la baja, arrastrando con ellos a los norteamericanos. Pero la sesión se desarrolló en un contexto de alta volatilidad con recuperaciones y posteriores caídas tras conocerse por fuentes del BCE que no se descarta otra subida de 75 puntos básicos en la próxima reunión.
En esta ocasión, la correlación de los índices europeos con los norteamericanos es alta, pero las bolsas europeas lideran el movimiento.
No existe un consenso sobre cómo afectarán estas subidas de tipos a los índices europeos. Sin embargo, un endurecimiento de la política monetaria suele ser negativo para el mercado. Sin embargo, esta vez no debería verse así, ya que la medida es necesaria para acabar con la inflación. Además, según el BCE, las perspectivas económicas no son tan desoladoras.
En el mercado de divisas, el impacto ha sido negativo para el euro. Aunque una subida de los tipos de interés suele favorecer la evolución de la moneda, esta vez no ha tenido el efecto deseado.
El par EUR/USD subió ligeramente por encima de la paridad, pero el mercado lo vendió con fuerza hasta 0,9930. Esto demuestra que, independientemente de las previsiones del BCE sobre el crecimiento de la economía, no hay confianza en el mercado de divisas. Incluso con subidas de tipos tan agresivas como la de ayer, las ventas de euros se van a mantener en el futuro próximo.
Fuentes: Bloomberg, Reuters
